martes, 15 de noviembre de 2011

NERUE en GUGGENHEIM BILBAO o nerua

Soy amigo de las frases y esta lo leí en algún sitio, Hay que aprender a ver las cosas por lo que son no por lo que tú quieres que sean. Y esto me paso un poco en el Nerue del Museo Guggenheim de Bilbao.
Había hecho tentativas y fueron fallidas; la primera por una indisposición febril y la segunda por sobre carga de trabajo. EL caso, es que a la tercera me plante en el paseo que une Uribitarte con el Museo de Titanio. Allí, y donde estaba la antigua cafetería, han abierto una entrada y en ella han albergado desde la pasada primavera uno de esos restaurantes que o quieres o les odias.
Curiosamente salí del Nerue sin ninguna de estas dos sensaciones; me sorprendió su minimalismo y escasa o mejor dicho nula decoración. Una mesas vacías con un único mantel color crema y de hilo. Uno camareros tranquilos y sigilosos, sin apenas hacer ruido, subrayaban aun mas el silencio y me hacia sentir incomodo por tener que hablar con mi acompañante bisbiseando casi. Minutos mas tarde, pondrían una música que amortiguaría tanto mutismo y afonía hostelera. Entre clásicos fueron llegando las cosas…primero una carta corta, pero muy bien presentada, donde podíamos ver unos menús degustación de 70 y 83€ Una carta de doce platos, pregona en sus enunciados la sofisticación: No se si la excelencia que buscan la encuentran, pero ya en estos detalles, detallados me hacen dudar. Tanto sigilo y parafernalia inútil, solo encarece el cubierto y genera una expectativa mayor de la que se puede ofrecer. Así el pan excelente de maíz lo ofrecen con guante de cuero en una piedra que si su puesta en escena, se agradece, la operatividad es nula.
Me emociona un sencillo comienzo con unas cortezas a base de piel de pescado consigue sorprender y guardar un recuerdo en tu memoria del sabor….soberbio. También las patatas que con su finura y delicadeza acarician el paladar. Muy buenas y diferentes. Le siguió una Cebolla blanca “dulce”, fondo de bacalao y pimiento verde que por 12€, supero el suficiente alto. Eso si, la presentación y fotografía estupendas, simulan una ración de bacalao. De segundo, Bacalao, aceite de oliva ligado, tomillo y lascas de patata 25€ que disfrutando del bocado, no llega a sorprendernos y a un sitio como estos, donde envuelven demasiado las cosas en papel de regalo, les pido mas. Les pido que jueguen en mi boca y hagan fuegos artificiales con las texturas y sabores. Estos casi llegan con el postre que de manera original y divertida, juguetearon en mi paladar…muy buenos estos Macarrones… cerveza, fresa, calabaza, te earl grey, manzana, almendra y café 9€
La conclusión que hago cada vez que voy a sitios como estos, donde creo que se sobredimensiona la figura del cocinero, es la misma…creo que terminando con la frase que desconozco su autor pero así la leí y así la pongo… Hay que aprender a ver las cosas por lo que son no por lo que tú quieres que sean.
Jabier ( arroba ) lavisita ( punto ) com
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