Algunos recordaran ese bar o taberna que más bien parecía un Txakoli junto al paso de cebra que había en el Ayuntamiento de Bilbao. Las obras y ese ascensor que nunca existirá y ahora construyen un colector de agua, quito un espacio con nostalgia que incluso la prensa local recogió testimonios de antecesores. Ahora no recuerdo su nombre, pero si te apetece, me lo cuentas…por qué fruto de esa desaparición, nació el Palacio Quintana, una cafetería en la calle Quintana de Bilbao, que aunque todo el mundo la conoce como Plaza del Gas por encontrarse la antigua fábrica de gas y posteriormente el parking de vehículos municipales, hoy se ha convertido en un espacio amplio, inclinado y poco acogedor por la corriente natural que supone la ubicación. Pues….en este lugar, se encuentra un local entendido por dos hermanos expertos, capacitados y conocedores del oficio de estar detrás de una barra, sirven y atiende a una clientela fiel y la esporádica que como yo, disfruta más de un café cuando está acompañado de una sonrisa.
El local con estructura rectangular y sobre todo práctico, es muy diáfano. Posee además bajo los soportales una terraza que resguarda de las corrientes que se crean en la plaza, perdón calle Quintana.
El Palacio Quintana es un sitio un poco a desmano, pero útil para quedar con alguien de manera tranquila.
jabier@lavisita.com
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