lunes, 24 de octubre de 2011

EL YOSOA de BALMASEDA

Yosoa de BALMASEDA
Quiero a Balmaseda, por que mi amigo Jorge, lugareño de la Villa, me ha enseñado a quererla. Sus calles, sus gentes y la capacidad que tienen para organizar cosas y pasarlo bien, es fuera de lo común Me gusta Balmaseda y sus bares, pero eso no quita para que mas de una vez tiremos de las orejas alguno como el Yosoa de la plaza de San Severino, que aunque un día como el de las pucheras, el pueblo esta a tope y la barra se desborde, es precisamente ahí cuando se demuestra lo profesional que es uno cuando con su actitud y comportamiento ante los clientes foráneos esta a la altura.
Claro esta, como digo que era un 23 de Octubre San Severino y Pucheras en Balmaseda. Eran las cuatro y media pasadas y para completar la jornada queríamos un café reparador y unos helados.
El local no estaba muy concurrido, pero los rastros de la barra y el local daban fe que se había dado un buen tute, con toda la paciencia de los pescadores y apostado a en la esquina de la barra, espero pacientemente a que me miren....naaa, no hay suerte. Las criaturas, se empiezan a impacientar y a los reclamos de...¡Aita cuando nos atienden! Una de las chicas hace un amago de mirarnos. Esta concentrada en otros cafés, ( no esta parada ) has pasado casi diez minutos y las criás se ha ido a jugar...vuelve y reclaman su helado. Ahora intervengo y llamo su atención..¡Cuando puedas un par de cafés y dos helados! Naaaa...Lo peor de la vida es ser invisible y con muchas dosis de paciencia y conducta de aprendizaje seguí observando los movimientos de las dos personas y el ayudante que fuera de la barra apoyaba.
Estaban sin ganas, sin ojos en la cara y ya cuando creía darme por vencido y abandonar el barco, el lampiño, pelado y mocho, accedió a mis peticiones, no sin alguna queja por los helados.
No tenia motivos para quejarme por que se les veía en acción, pero cuando salí y vi que el bar de al lado...perdón por no recordar su nombre...había cerrado y algún lugareño hacia el comentario que....para servir mal y no estar a la altura, mejor cerrar... Entendí que quizás una buena reflexión pueda ser esta....¿Para hacer un poco mas de caja, merece la pena estar encabronado y encabronar a los demás? No seré yo quien responda...allá cada uno con su opinión
¡Ah! El café rico.
jabier@lavisita.com

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